Fotografia: Karl Solis |
Estaba hace unos días en una sesión de fotos en una plaza de la ciudad en la que vivo (mas o menos es como una plaza), es uno de los lugares mas míticos de mi ciudad, todos lo conocen como "la concha acústica", curiosamente si es literalmente una concha gigante como la de una ostra (pero esta es de cemento *guiño*).
Este es un lugar lleno de mucha historia que la gente de esta ciudad ya no conoce, hace mucho tiempo, allí se hacían diferentes eventos culturales como, conciertos y algunas obras de teatro, personalidades muy publicas del momento frecuentaban el lugar como si de un restaurante famoso tratase.
El diseño de este lugar pareciera una obra de "Fruto Vivas", arquitecto muy famoso que conocí hace unos días gracias al libro que estoy leyendo (los imposibles 1era edición, Leonardo Padrón). El lugar tiene dos entradas, y en cada una de ellas hay un punto policial, la ironía mas grande de este lugar es el mito de ser un lugar muy peligroso de la ciudad, si embargo, en su mejor momento, el cumulo de personas se prestó para que algunas cosas y personas desaparecieran y nadie supiera en que momento paso o de que forma.
Hablando de nuevo de las entradas de este lugar, daré detalles de la que yo siempre uso, la misma está en pleno corazón del centro de la ciudad, a tres cuadras de la plaza Bolívar, hay unas escaleras un poco extensas y al fondo un bosque misterioso que te llama, la naturaleza curiosa del ser humano no puede resistirse a esa magia de lo incierto en un bosque. Al bajar por las escaleras te encuentras inmerso en medio del bosque mismo, con un único camino por el que poder seguir, al avanzar por el sendero en medio del bosque logras sentir como si estuvieras verdaderamente en una montaña, y lo digo yo que he estado en algunas de ellas, esta sensación se vuelve algo un poco confuso, estar en medio de una ciudad y sentir que estoy por lo menos a media hora de la civilización, ese estado de calma y el aire tan limpio.
Más adelante siguiendo el único sendero, hay rastros (ruinas) de lo que aparentemente fue un zoológico abierto, ahora solo quedan algunas historias y fotos de nosotros fingiendo ser los animales que ya no están. Seguimos un poco mas adelante llegamos a una plaza de tres niveles con un canal de agua que proviene de una naciente de agua natural que avanza por inercia a través de los tres niveles de la plaza, por medio de los canales, luego de la remodelación de hace algunos años, el piso es de terracota y los muros son de piedras del tamaño de una pelota de tenis, y en una de las orillas de la plaza, que pareciera estar como empotrada en la misma montaña, la concha en forma de ostra por la que lleva el nombre, en forma de tarima o escenario para los eventos que allí habían.
Si avanzamos un poco más, bajando los tres niveles de la plaza por donde fluye el agua como si fuera una fuente artificial, damos con una piscina natural en la que anteriormente se bañaban las personas que frecuentaban el lugar, ahora esta llena de barro y otras cosas, curiosamente, esas cosas son producto del ecosistema mismo del lugar, es decir, está sucio pero la suciedad es producto del abandono, el mito de "la peligrosidad" ha hecho que siempre este solo y un poco abandonado el lugar.
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Fotografía: Karla Solis |
El agua que corre por este lugar sale de la misma montaña o cerro que, ciertamente, rodean el área, es agua limpia y potable hasta cierto punto, la prueba de ello son los peses que habitan en la piscina natural que siempre han estado allí. Es este uno de los lugares mas mágicos que podrías encontrar en esta ciudad, aunque el segundo mito del lugar es el de las personas que lo usan a modo de hotel barato en casos de extrema emergencia (?), al parecer tanta magia descontrola el estado hormonal de las personas en ocasiones....
Yo en particular solo he ido a tomar fotos, tal vez le estoy dando un mal uso al lugar, sin embargo, pienso que seria muy interesante tener una cita en este lugar, y justo ese día de nuestra sesión fotográfica había una joven pareja que seguramente pensaron lo mismo que yo.
Fotografía: Karla Solis Este fue el equipo de producción de esta sesión fotográfica y en el fondo de esta foto esta la pareja que fuimos a arruinarle el momento |
Mientras nosotros hacíamos nuestro, ellos estaban en su mágico mundo, yo los veía porque me gusta ver a la distancia a las personas siendo felices juntos, siento que comparto su felicidad de alguna forma, tal vez es por eso que me gustan tanto las películas de comedia romántica. La joven pareja reía, hablaba y comían, de ratos se besaban como si fueran a comer algo mas de los que traían, uno no se ve a si mismo cuando besa y, viéndolos a ellos me di cuenta de que muy seguido nos vemos como si estuviésemos frente a la mesa de los bocadillos en una fiesta y delicadamente escogiéramos uno con suma elegancia.
¿ Es también el beso un manjar o bocadillo en una mesa de platillos finos..?
Seguramente esos dos jóvenes no se estaban haciendo esta esta pregunta, seguramente es por eso que yo estaba tomando fotos y ellos besándose mágicamente en un mágico lugar....
En fin, es este un excelente lugar para llevar a alguien, espero que en algún momento sea yo el que pruebe los bocadillos finos en este lugar, pero que no haya nadie en sesión fotográfica porque solo mi equipo es el que hace esas cosas en este lugar y si ellos están allí, me toca trabajar y no podría probar el manjar de un beso en esta mítica plaza de mi ciudad.
Fotografia: Karla Solis Aqui logramos salir todos... Realmente todos. |
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